Antes había pasado por Central Córdoba (1996) en dónde anduvo realmente bien y llegó a ser un jugador importante en la categoría. Se le recuerda haberle roto el invicto luego de más de 500 minutos al arquero de Atlanta, Martín Herrera. Eso le valió una oferta del fútbol chileno, más precisamente Deportes Concepción, en donde anduvo realmente mal. No se demoró mucho en mostrar su absoluta falta de habilidad, por lo que sólo tres semanas después de firmar contrato y tras haber jugado tan sólo 107 minutos en 3 partidos (solo 1 de titular) su contrato fue rescindido, lo que lo convierte en uno de los refuerzos más fugaces y efímeros del fútbol trasandino. Volvió a su primer amor, ya que obviamente en Central Córdoba lo esperaron nuevamente con las puertas abiertas, pero como las segundas partes nunca fueron buenas no duró mucho allí, se desvinculó y viajó a la Capital para defender los colores de All Boys para luego pasar por Cipolletti (2001), lugar desde el que pegó el salto de calidad y viajó a asegurar el futuro al Viterbese de la tercera división italiana.
No obstante, tuvo un vertiginoso regreso a la A cuándo el recordado José Omar
Pastoriza lo llamó para jugar en Chacarita Juniors (2002)
Apenas un par de goles (uno a River) no fueron suficientes para continuar en el Funebrero y otra vez se fue Central Córdoba (2003).
Al tiempo, volvió a emigrar al exterior, esta vez un poco más cerca. Mudó sus conquistas al San José Oruro de Bolivia (2004), club en el que marcó tres goles en su debut pero que finalizó con cinco en total.
En el 2004 viajó al sur para tratar de inflar las redes en Guillermo Brown de Puerto Madryn, pero unos meses después apareció jugando una vez más en la B Nacional para Juventud Antoniana, en donde despuntaban el vicio también Damián Felicia, José Valdivieso, Sergio Albornoz, Cristian Basualdo, Gastón Coyette y Alex Rodríguez.
Apenas un par de goles (uno a River) no fueron suficientes para continuar en el Funebrero y otra vez se fue Central Córdoba (2003).
Al tiempo, volvió a emigrar al exterior, esta vez un poco más cerca. Mudó sus conquistas al San José Oruro de Bolivia (2004), club en el que marcó tres goles en su debut pero que finalizó con cinco en total.
En el 2004 viajó al sur para tratar de inflar las redes en Guillermo Brown de Puerto Madryn, pero unos meses después apareció jugando una vez más en la B Nacional para Juventud Antoniana, en donde despuntaban el vicio también Damián Felicia, José Valdivieso, Sergio Albornoz, Cristian Basualdo, Gastón Coyette y Alex Rodríguez.
Pero sin la intención de frenar esta irregular carrera, más parecida a un ascensor, llena de progresos y cachetazos, firmó en el 2005 para Barracas Central en Primera C, institución en la que fue dejado libre a principios del 2006.
Lo último que supe de el es que en el año 2007 defendió los colores de Independiente de Neuquén. En su carrera profesional jugo 149 partidos, anotando 54 tantos
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