Fue líder durante casi todo el torneo, pero el bajón de las últimas fechas, hizo tambalear las ilusiones de Cipolletti. En la última fecha el equipo del eterno Ruso Homann recuperó la cima y se consagró campeón del Apertura de la Liga Confluencia.
La definición fue apasionante porque tres equipos llegaron con chances de dar la vuelta y el Albinegro precisamente era el que menos posibilidades tenía.
El título se materializó luego de que la formación juvenil del Albinegro derrotara con justicia 3-1 a San Martín en el clásico de la ciudad y de que Catriel empatara 2-2 con Fernández, en un final con polémica e incidentes.
Cipo siempre se mostró más claro e incisivo de tres cuartos hacia adelante. El tempranero gol de Leo Parra simplificó las cosas. Después vinieron los tantos de Octavio Giménez y Alexis Esparza. El descuento fue de Jonathan González, de penal.
El festejo de los chicos arrancó y se frenó varias veces porque en Catriel el final del partido fue muy cambiante.
Ganaba Fernández Oro 2-0, pero en tiempo de descuento el local lo empató. Los Verdes protestaron porque entendían que en el 2-2 hubo una clara falta sobre el arquero Guillermo Ferreyra, y los Petroleros porque el árbitro Alberto Torrecillas lo terminó un minuto antes de lo que había adicionado. Es que si ganaba el local, era campeón, y si los tres puntos quedaban para los de Pablo Parra, hubiesen forzado un partido desempate por el título.
El cierre fue tumultuoso. Mientras los equipos se iban al vestuarios, hubo incidentes entre los jugadores, un desmayado por recibir un piedrazo en la cabeza y el juez sin poder salir del campo de juego por amenazas. Finalmente salió por un acceso lateral y se retiró en patrullero.
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